Y seguimos teniendo el horario de clases más raro del mundo. El miercoles a primera hora teníamos mates. Como ya habíamos acabado la ficha que nos había dado nos dió otra, pero el problema era que no la entendíamos y estuvimos sin hacer nada toda la clase. Después estuve en el pasillo esperando a que los otros salieran de alemán y francés; Gael como siempre salió media hora antes, justo para encontrarnos con la de matemáticas que nos dijo que en esta clase estuvieramos hablando mucho y que encontraramos algo que hacer. En la segunda hora de mates, le dijimos que teníamos que hacer un trabajo y nos dejó ir a la biblioteca a hacerlo. Tampoco tuvimos inglés porque Liisa sigue enferma, así que imagino que haremos las presentaciones el lunes.
Hoy empezamos las clases con Katarina haciendo ejercicios para practicar el examen que tenemos el martes, pero creo que ninguno está preparado para él. Después tocaba química, pero como nos dijo que no teníamos la obligación de ir... No fuimos. A la hora de comer los dos estudiantes que se quedan un año se sentaron con nosotros: Emily, de Canadá, y Giovanni, de Italia. Claramente fue lo mejor del día porque los dos son muy majos y nos reímos mucho con ellos, sobre todo cuando Emily nos pidió que le enseñaramos a pedir una cerveza y Giovanni que le enseñáramos insultos o palabras malas. Después tuvimos matématicas, que parece la única asignatura que tenemos... Por suerte nos dejó seguir haciendo el trabajo en la biblioteca, pero después teníamos que volver a clase para enseñarle todo lo que habíamos hecho. Al acabar, volvimos a casa (no sin antes pasar por el ICA) y nos pusimos a planear lo que vamos a hacer en nuestro último fin de semana completo en Suecia.
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