De la semana pasada no hay mucho que contar ya que me pasé los días haciendo dos trabajos para presentar. El primero fue el de español, tuvimos que hacer un trabajo sobre España para la clase de Katarina. Era un trabajo fácil, pero llevaba su tiempo buscar la información y escribirla de forma que a ellos, que no entienden muy bien español, les fuera más fácil. Y el segundo trabajo sigue siendo el de inglés que ya está empezando a ser demasiado...
El martes fue un día bueno y malo al mismo tiempo porque:
1- Katarina nos dijo que vamos a tener que hacer un exámen de sueco, un idioma que llevamos estudiando unas pocas semanas y con el que sabemos presentarnos y palabras sueltas.
2- Peter, el profesor de química, pese a que quedan solo dos semanas para irnos se dio cuenta de que en su clase no hacíamos nada (porque es el primer año que nuestros compañeros dan química) y dijo que lo mejor era que no fueramos a su clase y que hicieramos unos ejercicios que le tenemos que entregar antes de volver a España.
El miercoles no tuvimos clase de matemátivas (justo el día que tenemos 3 horas con ella) y a segunda hora tuvimos que presentar el trabajo de Español. Al parecer, los pobres no se enteraron de nada, pero Katarina dijo que lo habíamos hecho bien y algo es algo. Después volvimos a clase y les ayudamos a hacer una hoja con preguntas sobre España y algunas pocas sobre Suecia. En la segunda hora libre de matemáticas aprovechamos para escribir e INTENTAR aprendernos el trabajo de ingles. Creo que cuando llegamos a clase yo no podía estar más nerviosa, pero cuando Liisa dijo que lo íbamos a hacer para la semana que viene... Pensaba que moría del alivio.
Del jueves tampoco hay nada especial que contar, se resume en traducir textos en sueco y en hacer ejercicios de los hermosos (no) números imaginarios.
El viernes cuando me levanté me empecé a sentir un poco mareada y cuando iba de camino a clase me sentía tan mal que dí la vuelta y volví a casa. Al mediodía me sentía mucho mejor así que decidí volver al instituto, cuando llegué me encontré con Irina y me enteré de que a Saul se le había caído leche encima y que había vuelto a casa con Gael para cambiarse.
Irina y yo cogimos un bus hacia Estocolmo y esperamos por ellos allí, dimos una vuelta y compramos algunas cosas. Cuando volví a casa no podía con el alma y me fui a dormir temprano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario